Estoy tan soltero, que mi asiento en el colectivo son los del lado derecho, sin dar lugar a pensar, sobre que lugar elegir. La cama esta fría, pero que lindo, es cortar el calor con un toque de frío. La pieza desordenada se encuentra, pero como dijo Roberto Gómez Bolaños, que “no panda el cunico”, que la montaña de ropa puede aguantar, la ropa sucia en el tacho puede terminar. Alguien pregunta… y vos estuviste de novio? Ehh… no, yo no, nunca. Y a esa respuesta, le viene como contestación exclamativa, como que nunca!, y yo suelo decir entre otras cosas, soy tímido (justificación facil). La cama mi gran amante, los días de semana se la extraña, pocas horas paso con ella, los fines de semana, una inseparable compañera hasta lo que de (por el tiempo lo digo). La conciencia se convierte en la voz que mas escucho, disputas nunca pueden faltar, pero de arengas si que sabe. Hay mujeres que con su presencia me derriten y otras que mejor ni mirarlas, no devuelven la mirada, que resignado, es lo mínimo que espero. Las reuniones familiares, son puros recuerdos ajenos y si estoy, paso de inadvertido, mis oídos son mi sentido despierto. El reloj importa en el trabajo, -uh cuando termina este día de bosta, que ya me quiero ir por ahí. Ese “por ahí” invita a muchas posibilidades, de compromiso, de jolgorio y muchas opciones más, el día sigue después del trabajo.
